Javier, Olite y Leyre (Navarra)

Hace nueve años hicimos la Javierada, Santi tenía 10 meses, hemos querido volver a hacerla, pero no hemos encontrado el año.
La Javierada es una peregrinación a Javier que se suele hacer a principios de marzo, es muy sencilla y enriquecedora.
La finalidad es una peregrinación en oración y llegar a ver al santo, recorriendo sus pasos.

Estos días hemos peregrinado en nuestro viaje.

Los niños han conocido a San Javier, su castillo y sus alrededores.

Después de una buena comida, en un buen parque, hemos llegado a Olite.

Olite, su castillo y nosotros.

Entrar en sus calles, pasear, descubrir rincones.

La puerta 3, coronada por Él... Una puerta, los niños piden una foto, ya es un clásico en nuestra galería, les encantan estas fotos.

En la puerta de la Iglesia está este pozo, muy bien conservado, en un patio exterior lleno de columnas impresionantes.

El castillo de Olite, Palacio Real de la comarca, es parada obligatoria.
Dicen que es el castillo mejor conservado de España, lo podemos afirmar, tantos sus interiores como sus exteriores son impresionantes.

Los interiores están vacíos, puedes ir visitando cada zona, con ayuda de un plano, la estancia de la reina, del rey, los salones, cocinas...

Subir por todas sus torres, dejarte llevar por sus peldaños, mirar arriba y abajo.

Tocar sus cúpulas, una sensación increíble para los más pequeños, verlas tan altas desde abajo y poder subir hasta allá arriba y ver desde lo alto.

Nos ha encantado el castillo, lo bien conservado que está.

Subir a sus alturas, no sentir vértigo, sí mucha seguridad, los niños pueden ir por todos lados.

Y ver cómo la naturaleza se adentra sin destrozar la arquitectura.

Volveremos y entraremos de nuevo, nos ha gustado mucho.

Y de camino dimos con el Monasterio de Leyre.

Un monasterio románico de monjes benedictinos donde la vida monástica sigue viviendo y creciendo.

Y con la puerta de los monjes nos vamos a acampar.

Dejamos el Bubús por unos días y nos vamos a nuestra "casa de vacaciones".
Ahí están los niños con el mapa de carreteras, buscando iconos de imprescindibles o interesantes.
Enseñar a los niños que no todo es una pantalla, ayuda a hacerse idea de dónde estamos, localizarnos y poder buscar sitios impresionantes.

Hacer tareas de todos es tarea de todos.
Si una experiencia deberíamos tener todos y obligatoria en la vida, es acampar.
Los más pequeños aprenden mucho desde cómo compartir el baño y dar los buenos días a tus vecinos aunque no les conozcas, a lavar los platos sin lavaplatos, secarlos, lavar la ropa a mano... Compartir, respetar y ser humildes en tu gastos para que al otro también le llegue.
No es la primera vez que lo hacemos, seguiremos haciéndolo.

Desde los pueblos navarros decimos adiós, seguimos haciendo kilómetros en familia.