San Sebastián (Guipúzcoa)

¡¡Qué sí, qué sí, qué sí!!
Ya hemos llegado a San Sebastián, una ciudad muy soñada por nosotros.
Teníamos muchas ganas de conocerte San Sebastián, y aquí estamos la familia Pompas para conquistarte y que nos conquistes.

¿El centro, la calle más antigua, la Catedral, el monte Igueldo, tus pinchos, tus sardinas...?

Otra ciudad con sus balcones y edificios verticales perfectos.
Esta vista es desde la calle "31 de agosto", la calle más antigua de la ciudad y con los bares con más historia, donde te puedes tomar los mejores pinchos (esto nos lo dijo un chico de allí encantador, ¡¡gracias!!)

Esa calle que te metes, llena de gente y ves allá a lo lejos la Iglesia de Santa María, esa calle con ese encanto, su encanto.

Y mirar arriba y encontrar con ventanas numeradas en la plaza de la Constitución, la famosa plaza de la tamborrada, parece ser que esos números corresponden a los números de palcos de la plaza de toros, antes, en esta plaza se celebraban corrridas de toros.

Disfrutar de sus puestos y tiendas, el verde intenso de sus guindillas, Santi quiso llevarse unas pocas, le chifla el picante y cuando las vio, no dudó que él las quería (luego cuando volvimos a por ellas, estaba cerrado, así que tendremos que volver a por alguna...)

Y María se quedó alucinada cuando pasamos por esta pastelería y vio en su escaparate nuestras cajitas. Y es que hace unos meses su bisabuela y su abuela estuvieron aquí y nos trajeron unos dulces y unos chocolates, desde entonces tenemos esas cajitas y cuando las vio se emocionó.

Y aquí tenéis a la tribu poniéndose morados a pinchos, conquistar un bar, ocupar toda la barra, llenar el local, probar y probar, disfrutar como locos. Si queréis invitar a nuestros peques, unos pinchos les pirran, jajaja!!

Y salir de allí con miles de chapas, jugar a tope y nosotros volver a ser pequeños.
¡¡Gracias María por tratarnos tan bien!!

Pasear por San Sebastián tiene su encanto, todo está cuidadísimo y hay color por todos lados, y nosotros que somos muy floreros, nos sentimos como en casa.

Siempre que vamos por ahí, solemos ir a por un plano de la ciudad.
Hemos acostumbrado a los niños para que sepan preguntar, situarse y encontrarse.
Nos recomendaron un parque, el Parque Cultural de Aiete.
Situado en una colina, con caminos donde recorrer y ver diversidad de árboles, estanques y un gran palacio.

Dimos con esta cueva llena de estalactitas, humedad y una cascada.

El gran palacio está muy bien conservado y aunque no pudimos acceder a él porque estaba cerrado, pudimos disfrutar de sus exteriores, con un gran cesped que nos hizo tener un gran rato de diversión y tranquilidad.

Y una vez más, sus balcones, sus barandillas...

San Sebastián nos ha conquistado, volveremos y disfrutaremos de sus playas, que es lo que nos ha faltado (además de algunas cosillas más)


Y aquí termina nuestro SUPERVIAJE, un sueño, una ilusión, una realidad.
2.396 km. desde que salimos de casa hasta que volvimos.
Nuestra primera y gran experiencia con el Bubús que nos ha llenado de ganas de volver a repetir.
Ya estamos pensando en los kilómetros del próximo SuperViaje.
¡¡Gracias a todos por seguirnos, por guiarnos, por vuestras sugerencias y sobre todo... por acompañarnos!!